Quien no se molesta al ir de compras en bici y darse cuenta que no hay como llevar las benditas bolsas de regreso. Bueno, pues a Nicholas Fjellberg se le ocurrió una solución y no es precisamente una canasta, sino más bien estos pequeños ganchos que se colocan en los manillares.
Yo no soy quien para juzgar a nadie; mucho menos la creatividad de las personas, pero he visto muchas reacciones negativas ante este invento. Lo que nos deja esperar a que el mercado decida si es una genialidad o moda pasajera.
Visto en kickstarter.
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